El seguimiento que vienen realizando los medios de comunicación del denominado Caso Faisán, en la mayoría de los casos, está reduciendo el polémico caso a una disputa entre Gobierno y Oposición, minimizando así la gravedad de los hechos conocidos.
La Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO), ha mostrado siempre un especial interés en defender el nombre y prestigio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante la extraña sucesión de acontecimientos que han dado lugar a uno de los episodios más humillantes y vergonzosos de la lucha antiterrorista.
Precisamente, esa defensa del prestigio tan duramente labrado, así como el compromiso moral que tenemos con nuestros socios y con los compañeros caídos en la lucha contra ETA, nos llevó a presentarnos como acusación particular en el citado proceso. Esta personación, dadas las improcedentes condiciones impuestas por el Juez Garzón, se encuentra actualmente recurrida a la espera de una resolución judicial que nos permita seguir defendiendo el noble papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante las graves implicaciones políticas que rodean al caso.
Sin embargo, nos preocupa seriamente que el tratamiento mediático del caso quede reducido a términos de maniqueísmo político como disputa entre los dos principales partidos del país y que, a consecuencia de ello, no se aprecie en su totalidad las extremadamente graves implicaciones de un caso que podríamos calificar de alta traición.
La Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO), ha mostrado siempre un especial interés en defender el nombre y prestigio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante la extraña sucesión de acontecimientos que han dado lugar a uno de los episodios más humillantes y vergonzosos de la lucha antiterrorista.
Precisamente, esa defensa del prestigio tan duramente labrado, así como el compromiso moral que tenemos con nuestros socios y con los compañeros caídos en la lucha contra ETA, nos llevó a presentarnos como acusación particular en el citado proceso. Esta personación, dadas las improcedentes condiciones impuestas por el Juez Garzón, se encuentra actualmente recurrida a la espera de una resolución judicial que nos permita seguir defendiendo el noble papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante las graves implicaciones políticas que rodean al caso.
Sin embargo, nos preocupa seriamente que el tratamiento mediático del caso quede reducido a términos de maniqueísmo político como disputa entre los dos principales partidos del país y que, a consecuencia de ello, no se aprecie en su totalidad las extremadamente graves implicaciones de un caso que podríamos calificar de alta traición.
Y es que no podemos encontrar otro calificativo para definir los sentimientos encontrados que provoca el hecho de que sea nuestro propio Gobierno quien haya podido favorecer con sus actos a los que han amenazado, secuestrado, torturado, asesinado y masacrado a tantos compañeros y conciudadanos. El Caso Faisán supone la utilización de los mecanismos del Estado no para perseguir a estos terroristas sino para colaborar con ellos.
Por ello, consideramos que los efectos y consecuencias de semejante felonía afectan por igual a toda la nación española, a todos aquellos ciudadanos que se posicionan a favor de la ley y en contra de la violencia y, por supuesto, a todos los que han sufrido directa o indirectamente la lacra terrorista.
Unión de Oficiales Guardia Civil (UO) espera que, en lo sucesivo, independientemente de lecturas partidistas o interesadas, la sociedad entienda y comprenda el verdadero alcance de los hechos juzgados y que, de ser cierta la patética complicidad mostrada por la cúpula policial del Ministerio del Interior, no habría justificación ni eximente posible para que todo el peso de la ley cayera sobre ellos y sus responsables.
Madrid, 25 de Enero de 2010
JUNTA DIRECTIVA UNION DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONA
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